¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE HACER LA DECLARACIÓN DE LA RENTA?

La declaración de la renta es un trámite anual presentado entre los meses de abril y junio para regularizar la situación fiscal con la Agencia Tributaria.
El IRPF es un impuesto que grava todas las rentas obtenidas por el contribuyente a lo largo de un ejercicio fiscal, ya sea por los ingresos obtenidos como asalariados (nómina, por ejemplo), por los que se hayan obtenido en su condición de trabajadores por cuenta propia (autónomos, profesiones liberales, entre otros) o por otras rentas (alquileres, dividendos, venta de fondos de inversión, entre otros).
Es un impuesto directo y progresivo, es decir, la tasa impositiva aumenta a medida que aumenta los ingresos del contribuyente.
Esta progresividad persigue un efecto redistributivo de los ingresos, haciendo recaer el impuesto en quienes tienen mayor nivel de rentas, y buscando reducir la carga fiscal entre las personas con menor capacidad adquisitiva.
Para establecer esta progresividad se aplican los conocidos como tramos del IRPF, que es el porcentaje que hay que aplicar a cada tramo de renta para obtener la cuota a pagar a Hacienda.
Tramos del IRPF que aplican en la renta 2021:

Los contribuyentes pagarán un 19% por los primeros 12.450€ de su base imponible (que es lo que han ganado, menos el mínimo personal y otras desgravaciones), un 24% por los 7.750€ siguientes hasta 20.200€, y así sucesivamente.
¿Qué es la declaración de la renta?
Cada mes, los empleadores descuentan una parte proporcional a través de las retenciones en la nómina y en el caso de los autónomos (en otro blog hablaremos de una forma más detallada) se aplica sobre los beneficios de sus rendimientos profesionales, estas retenciones son abonadas a la Agencia Tributaria en concepto de IRPF.
Estos pagos son anticipos conocidos como retenciones a cuenta, es decir, son cantidades que se descuentan de una renta y se pagan a la Agencia Tributaria por adelantado. Sin embargo, hay algunos ingresos, como los derivados de los alquileres de inmuebles, cuyo IRPF no se descuenta directamente. Del mismo modo, la Ley del IRPF establece una serie de deducciones y desgravaciones en la renta que no se aplican hasta que no termine el año.
La liquidación del IRPF se produce cuando se presenta la declaración de la renta, durante la primavera del año siguiente al ejercicio fiscal que se declara. En ese momento, se regulariza toda la situación fiscal, se calculan los impuestos que se deben pagar y se restan los pagos anticipados que se han realizado a lo largo del año.
¿Por qué hacer la declaración de la renta?
Para liquidar el IRPF, si las retenciones abonadas son superiores a la cuota efectiva que debe pagar el contribuyente, Hacienda devolverá la diferencia. En caso contrario, será el contribuyente quien deberá pagar. Por eso, muchas personas dicen que su declaración “les ha salido a pagar” o que “les ha salido a devolver”.
“Si se ha retenido de más durante el año, Hacienda devolverá. Si no, tocará pagar”
Para Hacienda, además, la declaración de la renta es una forma de tener controladas todas las rentas obtenidas por los contribuyentes durante un ejercicio, así como para conocer todo su patrimonio. Esta información permite, entre otras cosas, detectar posibles fraudes fiscales.
Autor : Fco. De Borja Rojo-Díaz
CEO Economista Forense